La mayoría de los galardonados trabajan para el mercado francófono, pero también se ha reconocido a dibujantes estadounidenses y japoneses.
En diversas ocasiones se han otorgado premios especiales que suelen coincidir con ediciones de aniversario.
En 1981 se estableció la costumbre de que el vencedor asumiera la presidencia del jurado al año siguiente.
[6] Este modelo se repitió en 1988 para reconocer la trayectoria del italiano Hugo Pratt, autor de Corto Maltés.
En 1999 también se concedió el premio extraordinario del milenio a Albert Uderzo, autor de Astérix y Obélix.
El festival recuperó la academia en el 2000 para reconocer a Florence Cestac, la primera mujer vencedora del Gran Premio y que aceptó un asiento en el cónclave.
[1][2] La única excepción en ese periodo fue el Gran Premio concedido al estadounidense Art Spiegelman en 2011, así que la organización decidió prescindir del sistema cerrado a partir de 2013.
[11][12] Esta decisión generó cierta controversia,[11][13] así que la organización decidió otorgarle a Toriyama el simbólico premio del 40.º aniversario.
[20][21] La organización tuvo que rectificar e incluyó seis mujeres entre los nominados,[18] y aunque ese año también ganó un hombre, la protesta sirvió para reconocer el papel de la mujer en la historieta.