Grados de gloria

Se cree que corresponde al "tercer cielo" mencionado por el Apóstol Pablo en 2 Corintios 12:2, en la Biblia.

[5]​ El reino celestial será también la residencia permanente de Dios el Padre y Jesucristo.

[7]​ Esta piedrecita blanca se convertirá en un Urím y Tumím para el destinatario.

[9]​ Sólo aquellos individuos que en vida fueron sellados en matrimonio celestial a un cónyuge en un templo (o después de la muerte por representación vicaria) se les permitirá entrar en el grado más alto del reino celestial.

[13]​ Algunos autores pertenecientes a la Iglesia SUD, como Lynn M. Hilton, han sugerido que la tierra, al celestializarse, será trasladada al núcleo de la Vía Láctea, para morar junto a Kólob en la presencia de Dios.

La palabra terrestre proviene del latín terrestris que significa terrenal o relativo a la tierra.

[18]​ De esta doctrina se desprende la idea mormona de no condenar al infierno a quienes no profesan aquella fe, una idea inusual entre las excluyentes doctrinas cristianas modernas.

Aquellos que heredan el reino terrestre «reciben de la presencia del Hijo, mas no la plenitud del Padre»,[19]​ no obstante el Espíritu Santo les ministra permanentemente.

Algunos estudiosos mormones suponen que su etimología indica la mezcla de la palabras: «terrestre», del latín tellus (“tierra”) y «celestial», o bien un derivado del griego télos (τέλος “fin, final, finalidad").

[31]​ A pesar de estas limitaciones, en la teología mormona ser residente en el reino telestial pareciera no ser una experiencia desagradable: "la gloria de lo telestial... sobrepuja a toda compresión".

[32]​ En Doctrina y Convenios también se enseña que, así como hay diferentes grados de gloria en el reino celestial (D. y C. 131:1-4), hay diferentes grados de gloria en el reino telestial.

También declaró que los habitantes de los tres cielos corresponden al "sol, la luna y las estrellas".

El plan de salvación