Algunos autores, como José Orlandis, se decantan por una fecha más temprana -525-, mientras que Yolanda Godoy aboga por una cronología posterior -530-.
Los textos históricos son sumamente escuetos y poco más podemos saber de estos datos.
6.5, v.62: "...nec dat origo locum"), nos permiten pensar que estamos ante una mujer ligada a una importante familia nobiliaria.
En este sentido, sus dos matrimonios son un argumento más a favor de este planteamiento, y pensar que la Reina no era en absoluto un sujeto pasivo, sino que participó activamente en la política del Reino en unos años sumamente convulsos y determinantes para el mismo.
Con el triunfo de Atanagildo, se trasladaría a Toledo, que acabaría siendo la capital del Reino.
En la ciudad del Tajo, que habría ido adquiriendo un nuevo estatus geopolítico desde época tardoantigua, fijó su residencia la reina Goswintha.
6.5, vv. 97-98: "Sic gremio, Tolete, tuo nutribar, ut aegra / excludar portis tristis alumna tuis?").
Sin embargo, es la construcción histórica de mujer "viril", cruel y despiadada, que también se ha utilizado para presentar a Goswintha como una mujer poderosa, fría, calculadora... que antepone siempre los intereses políticos sobre los personales.
Sin embargo, el pasaje resulta revelador porque nos muestra una Reina humana que sufre por la "pérdida" de una hija, y además se puede intuir que Goswintha tiene un rol político activo a lo largo del reinado de Atanagildo.
Consideró que su joven nieta sería una persona manejable, pero se llevó una gran sorpresa ante la determinación de Ingunda a negarse a su conversión al arrianismo (siendo franca, era católica), razón por la que fue maltratada y despreciada por su suegra y abuela.