Arnold se alistó en 1963, y sirvió en el ejército de los EE.
Declaró haber notado una bala pasándole extremadamente cerca de su oído izquierdo, por lo que rápidamente se arrojó al suelo.
Arnold admitió haber entregado a aquel oficial de policía su cámara, y que éste extrajo la película y le devolvió el aparato (marcado, indudablemente, por sus huellas dactilares).
Arnold dijo que tres días más tarde se dirigió a Fort Wainwright, en Alaska, para concluir los trámites de su planeado retiro del ejército.
En realidad, nunca se le ha visto en ninguna de las numerosas pruebas documentales del suceso, y ni siquiera Abraham Zapruder o su ayudante Marilyn Sitzman, quien estaban en una posición muy próxima a la que Arnold explica, le vieron a él ni al supuesto incidente con los agentes armados.