Con Alfonso XI, se enroló en la milicia contra Aragón.
Entre sus distintos éxitos militares, cabe destacar haber matado al rey Abd el Malik, así como a los millares de cautivos que tomó en Algeciras.
Pero Gonzalo no compareció y, convocando a los caballeros de su orden y solicitando apoyo al rey de Portugal —que éste denegó—, se dispuso a resistir.
Al final, cercado en Valencia de Alcántara, y sin opciones, se rindió con su mesnada, en la que se encontraban múltiples soldados asturianos.
Fue padre de Diego González de Oviedo, merino mayor de León y Asturias, leal a Pedro I, con quien estuvo hasta su muerte, en 1369, y que luego pudo entrar al servicio del trastámara Juan I.