Gonzalo Arango

La actividad crítica desarrollada por Gonzalo Arango,- principalmente en la revista Cromos-, es una importante contribución del nadaísmo a la transformación y modernización de la literatura colombiana.

Francisco era el telegrafista del pueblo, y la esposa, ama de casa.

En sus manos estaba la revisión y censura del material pedagógico e intelectual.

Al respecto dice Eduardo Escobar: " don Paco Arango, su padre, fue a visitarlo, preocupado.

Y no le gustó ni cinco lo que vio: el joven poeta macilento y amarillo, el amasijo de huesos ácidos amargamente despelambrado, se entregaba a escribir una novela.

En los tres meses siguientes a la toma del poder, los liberales firman un armisticio.

El nadaísmo constituyó una auténtica revolución literaria e intelectual en Colombia, a mediados del siglo XX.

[6]​ Fue antes que nada obra e inspiración de Gonzalo Arango, cuyo objetivo era, como él mismo lo define en el Primer manifiesto nadaísta de 1958: "No dejar una fe intacta ni un ídolo en su sitio".

El movimiento reunió jóvenes escritores cuyo talento crearía una verdadera escuela de literatura nacional, y un movimiento vanguardista clave para la modernización de la literatura colombiana.

Defendieron la libertad de la imaginación artística y la libertad poética que trazó el surrealismo a los nuevos artistas.Y se distanciaron de los pregones del realismo socialista.Estuvieron más cerca de Albert Camus, con sus dudas sobre las justificaciones del asesinato, que del Sartre militante maoísta y activista político.

André Breton publicó en 1924 el Primer manifiesto del surrealismo que abre los caminos de renovación a las vanguardias artísticas y literarias posteriores.

Prosas para leer en la silla eléctrica es un libro de memoria y ficción.

En 1968 Gonzalo Arango escribió un elogio entusiasta del presidente Carlos Lleras Restrepo, que causó la desaprobación de sus compañeros nadaístas.

Para sorpresa de sus seguidores, el extrovertido escritor, poeta, narrador, dramaturgo, cronista y periodista, declara, en 1970, que abandonará el nadaísmo, acto que fue considerado por sus compañeros como una "traición" a los ideales del movimiento.

Comienza así la separación entre el fundador y lo fundado, hasta su muerte prematura.

[8]​ Gonzalo Arango incursiona en distintos géneros literarios: autobiografía, prosa de ideas, crítica literaria, comentarios, ensayos, prólogos, cartas, periodismo, poesía, narración, teatro, crónicas, memorias, cuentos, perfiles, semblanzas, cuadernos de soledad, confesiones, testimonios, figuraciones, introspecciones, fragmentos, notas, y reportajes, entre otros.