Golpe de Estado en Bolivia de 1980
Como reacción, se produjo un levantamiento popular encabezado por la Central Obrera Boliviana (COB) que generó a su vez una violenta represión generalizada, incluyendo la Masacre de Todos los Santos, donde la policía y el ejército asesinaron a más de 100 personas e hicieron «desaparecer» (o sea, encarcelaron y torturaron hasta la muerte) a 30 más.Contra lo esperado por los sectores golpistas, el ataque incrementó la popularidad del líder izquierdista, Hernán Siles Zuazo (ex-MNR) en las elecciones.[8][9] El golpe también contó con el apoyo del comando paramilitar "Novios de la muerte", liderado por Klaus Barbie y el terrorista italiano Marco Marino Giodato.[10] Asumiría una junta militar autollamada Gobierno de Restauración Nacional, con una política abiertamente anticomunista.[11][12] La junta estaba compuesta por Luis García Meza, Waldo Bernal Pereira y Ramiro Terrazas Rodríguez.