[1] La rebelión tomó por sorpresa a Caro, quien no previó que Marroquín fuera capaz de tal acto.
[1] Como educador y humanista con experiencia que era, Marroquín dio importancia a la educación en su gobierno y de hecho, fue la única obra en la que verdaderamente sobresalió dado el panorama sombrío de su período.
[10] Marroquín recibió un país en plena guerra civil, y la mayor parte de su período las finanzas estatales giraron en torno a la financiación del conflicto.
La inflación rebasó los niveles normales del mercado y la economía nacional terminó arruinada por el largo conflicto.
Esos niveles inflacionarios terminaron por alejar a los inversionistas extranjeros del país,[11] sumado a que se ordenó de forma descontrolada la emisión de papel moneda para intentar frenar el déficit fiscal.
Sus medidas arancelarias no mejorar el problema, ya que Marroquín grabó más las exportaciones.
Ése hecho derivó en la denominación popular de Colombia como el "País del sagrado corazón".