Gloria Castresana

En 1979 fundó en San Francisco, California[2]​ junto con la profesora Emilia Sarriugarte Doyaga, el profesor Juan Cruz Mendizabal[3]​ y el hispanista Juan Bautista Avalle-Arce The Society of Basque Studies in America[4]​ de la que ha sifdo presidenta, con el objetivo de promocionar los estudios académicos vascos en Estados Unidos y estar al día sobre la cultura, política, economía, historia, geografía, literatura, vascos,[5]​ poniendo en marcha la revista Journal of the Society of Basque Studies in America'',[6]​ editada por esta misma Universidad de California.

[7]​ Representando a esta Sociedad, formaron parte de la en la North American Basque Organizations (NABO),[8]​ fundada en 1973.

–que explotaba petróleo en el desierto del Sahara– y viajó a las lejanas Islas Canarias.

[21]​ Desde ese momento, Gloria llegó casi siempre primera, segunda o tercera.

Gloria llevó como copiloto a la Miss España de la época, Paquita Torres.

Gloria recuerda haber visto coches en las islas como el Fraser Sunbeam Imp, Lancia, Austin Sprite, Alfa Romeo, Minis, Escorts, Lotus y Porsche.

También participó, pero abandonó antes del final de la carrera, otros como Jochen Rindt (en un Brabham BT23), Graham Hill (en el Lotus-Cosworth), John Surtees (Lola T100-Cosworth) o neozelandés Bruce McLaren (en un coche de su propio diseño y el equipo M4A-Cosworth FVA).

Nada causa tanta alegría como ser la primera en cruzar la línea de meta... ¡¡dejando a muchos hombres atrás!!

"[22]​ Tuvo como rivales al volante a Domingo González, Fermín Monzón, Pepe Monzón, Hilario Gómez, Robert T. Waid, Pepe Ponce, Miguel Ángel Domínguez, Boro del Castillo, Jesús Benjumea, Pedro Siemens, Horacio Trujillo, Carlos Santana, Herminio Tuñón, Carlos Santana, Pedro Estévez, Amado Trujillo, Kika Andersen, Robert Andersen, Pepe Reyes, Gustavo Benítez, Félix Rivero, Artemio Alonso, Manuel Aguiar, Joaquín Naya, Antonio González, Agustín Romero, Chicho Reyes, Robert P. Spencer y Mariano Molano, etc.

Posteriormente fue probadora y demostradora de coches Porsche-Audi Manhattan en Nueva York.

[12]​ Dentro del espíritu de la Escudería Drago en todo aquello que supone rescatar, conservar y mantener todo lo que es historia, y admiración hacia los que escribieron importantes capítulos de la misma, la Junta Directiva acordó, por unanimidad, tributar un homenaje a Gloria Castresana, extensivo a su marido Robert Waid, en reconocimiento a la trayectoria y méritos deportivos de estas dos personas, siempre presentes en la historia del automovilismo.