Su modesto papel en la vida política italiana fue exagerado por él mismo en sus propios escritos, aunque en Bolonia nunca se le llegó a considerar patricio o noble como él pretendía, aduciendo para ello ciertos breves papales.
Et con Apol' hebbe su mente unita A Terra Santa andò, scrisse la Vita Di Christo, hor qui è Poeta e CavaleroSu obra poética, de escasa calidad, pero premiada con la corona de laurel por el papa (según unas fuentes[1] León X, según otras[2] Clemente VII en 1523) se publicó en tres pequeños volúmenes en Bolonia en los años 1520.
El segundo, un poema heroico en octava rima: Bellona, dedicado a Ercole Gonzaga.
El tercero, el más conocido: Cronica, que incluye un conjunto de epitafios (dedicados a sus contemporáneos y uno a él mismo), sonetos de amor (denominados La Gonzaga) y poemas en honor del papa Clemente VII (Clementina).
Está muy presente en la pintura de la época: fue retratado varias veces por Giovanni Antonio Boltraffio y encargó al mismo autor una sacra conversazione donde aparece como comitente, junto a su hijo Giacomo, denominada Pala Casio.