[4][5] Tal población silvestre presentaba una mutación en el gen Ahasl1, el que gobierna la producción de acetohidroxiacido sintasa, que le confiere una resistencia intermedia a las imidazolinonas.
Ese nivel intermedio de resistencia debía ser incrementado a través de un segundo gen, llamado Imr2, con el objeto de lograr una resistencia tecnológicamente aceptable en los híbridos comerciales.
[9] Sobre la base de una amplia gama de condiciones ambientales y en estudios bioquímicos, se determinó que el rasgo CLPLus ofrece un nivel superior de toerancia que los girasoles Imisun.
A su vez, esta mayor estabilidad determina una mayor confiabilidad de la tecnología cuando ambos se desafían con diferentes moléculas del IMI y las dosis.
Debido a los altos niveles de tolerancia, sólo se requiere la homocigosis para el alelo Ahasl1-3 o la heterocigosis de ambos alelos Ahasl1-1 y Ahasl1-3 en la variedad híbrida final para lograr niveles superiores de tolerancia a las imidazolinonas.