[2] Merlini, como sacerdote y misionero de la Preciosísima Sangre, se caracterizó por ser consejero de muchos jóvenes, entre ellos se cuenta a María de Mattias, quien le tomó por director espiritual desde 1947.
Siguiendo el carisma de la sociedad, destacó como predicador en las misiones populares en diversas ciudades y pueblos de Italia.
De este pontífice, Merlini consiguió que la fiesta de la Preciosísima Sangre fuera extendida a toda la Iglesia, celebrándose hasta su fusión con la solemnidad del Corpus Christi, luego del concilio Vaticano II.
Fue sepultado, junto al fundador, en dicha iglesia.
[1] Los miembros de la Congregación de la Preciosísima Sangre y el pueblo romano han tenido en gran estima a Giovanni Merlini, razón por la cual, inmediatamente después de su muerte, han recogido las informaciones necesarias para introducir la causa de su beatificación.