Su producción literaria abarca diferentes estilos que van desde el cuento, la novela, la poesía, así como numerosos artículos.
[1] La educación que recibió de su padre contribuyó a su visión nacionalista del estado Sirio.
Fue durante su estancia en Beirut, donde conoció y tuvo un romance amoroso con Ghassan Kanafani, escritor y activista político palestino cofundador del Frente Popular para la Liberación de Palestina, asesinado por la agencia de inteligencia israelí Mossad en 1972.
Durante el verano de 1969 conoció a Bashir al-Da’ook con quien contrajo matrimonio en 1970 y tuvo su hijo Hazem.
[4] Bashir fue un reconocido editor que fundó diversas revista árabes como Dar Al Talia y Dirassat Arabiyya.
como crítica a sus compañeros escritores e intelectuales que habían optado por abandonar el país en los primeros años de la guerra civil.
[5] Ya establecidos en París, sigue escribiendo sus novelas y ensayos, al tiempo que contribuye con una columna en el semanario Al-Hawadeth.
Durante sus primeros años como periodista en Beirut redactó numerosos artículos en los cuales intentaba describir la vida libanesa así como dar voz a las regiones pobres del norte y sur del Líbano que hasta entonces habían permanecido ignoradas por la prensa.
A pesar de su combativo anticolonialismo y su abierta oposición al sionismo israelí, su obra mantiene un tono también crítico con la sociedad árabe, criticando los círculos intelectuales que seguían autocensurándose para no dejar constancia de la lacra que constituía la corrupción política en las nuevas naciones árabes postcolonialista o la represión sexual con la cual las mujeres eran tratadas.
[10] Todo y que algunas de sus obras literarias han sido traducidas del árabe al inglés, francés, italiano, ruso, alemán, japonés, polaco, castellano y persa, es una autora poco conocida fuera del ámbito árabe.
[13] El propio escritor marroquí Muhammed Choukri, cuyas obras se enfrentaron a la censura por su estilo realista y referencias explícitas al sexo y las drogas declaró una vez:Ella ha sido la figura literaria más audaz e importante en el mundo árabe de este siglo.
Ghada al-Samman es una pionera entre los escritores valientes, mostrando su coraje tanto en sus entrevistas como en sus obras; ha sido firme en sus posturas a pesar de las tentaciones, y espero que otros muchos autores sigan sus pasos.
[15] Además de sus libros, Ghada al-Samman ha expresado su feminismo en sus numeroso artículos, así como en las entrevistas concebidas.
[19] Es la primera obra de Ghada al-Samman traducida al castellano por José Miguel Puerta y publicada en 1999 por Ediciones Cultural Hispánica.
Pesadillas de Beirut, publicada en 1975, narra las experiencias del conflicto durante sus primeros ocho meses.
La historia se ambienta en Ginebra en año 1982, el año que Israel invadió parte del sur del Líbano generando una gran oleada de refugiados árabes desplazándose hacia Europa en busca de asilo.
Relata como la protagonista huye del horror y las pesadillas de la guerra para descubrir los horrores del exilio, los prejuicios, y como la comunidad libanesa en el exilio ha sido capaz de recrear la misma sociedad que dio lugar al conflicto en su exilio europeo, actuando así como una perpetuación sociopolítica del conflicto en su nuevo hogar,[7] en la que los roles sexuales se siguen manteniendo.
Inmigración, nacionalismo, asimilación cultural y la violencia sexual son los ejes de la historia.
La luna cuadrada es la segunda obra, hasta el momento, de Ghada al-Samman que se ha traducido al castellano.