Este concepto incluye tanto acciones operativas como políticas, directrices y lineamientos formulados por los entes responsables de implementar estas medidas.
Desde los años 70, la creciente conciencia ambiental ha convertido esta área en un sector político autónomo de gran importancia a nivel regional, nacional e internacional.
Este procedimiento se encuentra regulado por leyes ambientales específicas en cada país o región, que establecen los criterios y metodologías para su aplicación.
Por lo general, el proceso inicia con la presentación del proyecto a las autoridades competentes, quienes supervisan la consulta previa con las partes interesadas y afectadas.
Actualmente, es un requisito en muchas legislaciones, donde las consecuencias de una evaluación negativa pueden variar desde la modificación del proyecto hasta su cancelación.
[7][8][9] Puede afectar ecosistemas, medios físicos o seres vivos, y sus causas suelen estar asociadas a actividades humanas, considerándose una forma de impacto ambiental.
En construcciones literarias y ensayísticas es habitual comparar el paisaje con el paisanaje (de paisano), es decir, el medio con los grupos humanos.
La sostenibilidad ambiental no se limita solo a la conservación de la naturaleza, sino que también abarca la justicia social y la resiliencia económica.