La cuesta consta de un camino consolidado, ancho, enripiado y en permanente conservación que va serpenteando en su ascenso.
El recorrido se iniciaba en coche tirado por caballos hasta el pie de la cuesta, donde se pernoctaba y posteriormente continuaba su ascenso a caballo o a lomo de mula; todavía hoy puede observarse por partes el antiguo camino “tropero”.
Cuando llegó a este lugar la carreta se rompió, entonces el dueño decidió dejarla y nunca más regresó por ella.
Los habitantes de la zona decidieron dejarla donde hoy se encuentra; en la actualidad marca el punto más alto del camino entre Salta y Cachi.
Aquí puede divisarse con gran facilidad cardones a ambas orillas de la carretera y guanacos pastando entre los cactus del parque nacional.