Paisaje sonoro

El concepto se forma a partir de la unión de las palabras sound (sonido) y landscape (paisaje) creando así la palabra inglesa soundscape; (acuñada en primera instancia por el urbanista estadounidense Michael Southworth.

El entendimiento del diseño como algo interdisciplinar tiene para Schafer antecedentes en la Bauhaus debido a la búsqueda de integración entre lo científico y lo estético.

Todo este trabajo devino en los Soundscape Studies que, según el propio Schafer, buscan reunir el trabajo de los estudios sobre el sonido que de manera aislada ya se han realizado desde disciplinas como la psicoacústica, la acústica, el urbanismo, la música y las ciencias sociales.

R. Murray Schafer distingue tres elementos principales que componen los paisajes sonoros: Schafer también distingue dos clases de paisajes sonoros: los de alta fidelidad (hi-fi), es decir, paisajes equilibrados en los que es más fácil reconocer los diferentes eventos sonoros al igual que su ubicación dentro del espacio acústico y por el otro los paisajes de baja fidelidad (lo-fi), en los que el horizonte audible es poco discernible, pues la sumatoria de sonidos es recargada y confunde la escucha.

El paisaje sonoro ha sido concebido también desde la contaminación acústica, sin embargo, Schafer hizo hincapié en que se debe buscar el aspecto positivo sobre sus impactos negativos.