Las noticias acerca de sus vidas se pierden en el tiempo, habiendo llegado a la actualidad muy pocos documentos.
No se conoce la fecha de su nacimiento ni la etapa histórica concreta en la que vivieron.
En el siglo V un autor anónimo escribió una Passio, donde se puede encontrar información sobre su leyenda, pero sin ninguna garantía de verosimilitud.
Cuando el general Anastasio llegó a Milán, ambos hermanos fueron denunciados por practicar la fe cristiana, por lo que fueron detenidos, torturados y humillados.
No se sabía la identidad de los restos, ya que el transcurso del tiempo había borrado su recuerdo.