La temporada siguiente fichó por el C. F. Gavà, equipo de Segunda División B.
Una patada en plancha, que le provocó la rotura parcial del ligamento cruzado anterior, la del posterior y la del menisco de la rodilla izquierda, además de sufrir el desgarro del bíceps femoral y de toda la cápsula externa de la rodilla.
Su fichaje fue una apuesta muy arriesgada ya que no estaba totalmente recuperado y tardó dos meses en volver a jugar.
Esa misma temporada consiguió ascender con el equipo alcarreño a Segunda División.
Jugó más de 200 partidos y llegó a ser capitán del equipo en los siete años que estuvo allí, regresando en julio de 2021 a casa para jugar en el F. C.