Geografía tradicional
Para realizar ese propósito integrador, los autores inician corriente recurrieron a un arsenal bastante ecléctico de ideas provenientes del positivismo, de las «filosofías evolucionistas», del romanticismo y del netismo, dando origen a tres formas principales de investigación geográfica, que son:[1] En las dos primeras propuestas, el tema en observación son las relaciones hombre/naturaleza, mientras la tercera, representada principalmente por Alfred Hettner y Richard Hartshorne, define las formas de integración entre elementos heterogéneos en la costa terrestre y su variación espacial como objeto de la geografía.Esta última subcorriente se destaca también por buscar transferir rigor conceptual y metodológico a la geografía, de consonancia con la óptica racionalista que fue imponiéndose en los medios científicos en la primera mitad del siglo XX.Los geógrafos críticos tenían un contenido político a continuación, una ideología que era transformar la geografía tradicional, para que volviera a ver sus conceptos en relación hombre-naturaleza.La geografía tradicional cedió lugar a otras corrientes cuando se abandonó la idea de que la contribución original de la geografía al conocimiento científico estaría en ser una ciencia de síntesis.En la segunda mitad del siglo XX, con efecto, ese proyecto fue sustituido por otros, que, aún sin abandonar totalmente el estudio de las relaciones sociedad/naturaleza, pasaron a ocuparse de nuevos objetos y a estudiarlos con base en referenciales epistemológicos hasta entonces poco valorados por los geógrafos.