Los gaviformes (Gaviiformes), conocidos vulgarmente como colimbos, son un orden de aves acuáticas buceadoras, con las patas situadas muy atrás en el cuerpo.
En vuelo los colimbos parecen gansos rechonchos con alas de Laridae, relativamente pequeñas en proporción con su voluminoso cuerpo.
En vuelo, en cambio, su cabeza cuelga más que en otras aves acuáticas similares.
No obstante las diferencias son claras (ver el principio de la página).
El pico es generalmente de color claro (o más pálido) en la punta y la parte exterior del culmen.
Los colimbos son excelentes nadadores, usan sus patas para impulsarse en la superficie y bajo el agua.
Sus patas están situadas muy atrás en su tronco, por lo que les resulta difícil mantener el equilibrio.
Por ello suelen evitar ir a tierra firme, excepto durante el anidamiento o si están heridos.
[4] Los colimbos tienen un vuelo enérgico, aunque tienen una ratio ala peso alto, lo que complica su despegue.
Para ayudar a su digestión, los colimbos tragan grava del fondo de los lagos.
Los colimbos anidan durante el verano en aguas dulces de lagos y charcas.
Sin embargo el colimbo chico anida colonialmente, anidando varias parejas juntas en lagunas árticas y se alimentan en el mar o lagos más grandes, transportando la comida a los polluelos.
[7][8] Los colimbos se aparean en tierra, a menudo sobre el lugar de sus futuros nidos, y construyen sus nidos cerca del agua, y prefieren emplazamientos completamente rodeados por agua como las islas o plataformas de vegetación emergente.
Si se pierden los huevos durante la incubación puede que la pareja realice una segunda puesta, generalmente en otro sitio.
La predisposición sexual a familiarizarse con el emplazamiento puede explicar, en parte, por qué los machos luchan tan duro para defender sus territorios.