La entrada occidental —tanto en la orilla fueguina como en la opuesta— pertenece a Chile; lo mismo ocurre en el largo recorrido interno, pero las aguas presentes en su salida atlántica —en la boca oriental— pertenecen a la Argentina al igual que ambas orillas.
La entrada desde el Atlántico de los barcos que pretenden circular hacia el oeste por el estrecho es controlada por la Estación de Vigilancia y Control del Tráfico Marítimo —perteneciente a la Armada Argentina— situada en el cabo del Espíritu Santo (en la isla Grande de Tierra del Fuego), junto al faro chileno homónimo, y a una base de ese país, que hace lo propio cuando las embarcaciones circulan ya por sus aguas.
El clima es semiárido, con una temperatura media anual de unos 6 °C, las precipitaciones anuales (uniformemente distribuidas) rondan los 260 mm, siendo preponderantemente níveas las producidas fuera de la temporada cálida.
Las costas del lado insular exhiben un acantilado activo de entre 40 a 55 metros.
Las del lado continental son bajas, areno-limosas, con abundantes guijarros, quedando diariamente bajo las aguas al presentar toda el área importantes amplitudes de marea, con medias de 5,70 m. El primer gasoducto submarino argentino a través del Estrecho de Magallanes fue inaugurado en el año 1978, como parte del Gasoducto "San Martín" (ex "Austral"), el que fue erigido por Techint para Gas del Estado entre 1975 y 1978.
[1] La empresa privada empleó 850 personas, las que trabajaron al aire libre bajo un clima severo, gélido durante el invierno, fangoso en el deshielo y muy ventoso en primavera y verano.
[3] En aquella época, las jurisdicciones en los territorios emergidos (hasta la línea de las más bajas mareas) correspondientes a la Argentina y Chile en esa zona ya hacía casi un siglo que estaban bien definidas (el meridiano del hito colocado en el cabo Espíritu Santo), pero restaba aún acordar la soberanía de las áreas marinas.
Para evitar el riesgo económico y los problemas políticos que ello traería aparejado, el estado argentino procedió a realizar un tendido que en vez de ser lo más recto posible, tuviese un arrumbamiento hacia el este (la derecha de sur a norte) que luego corrige al acercarse al continente, eludiendo de este modo las aguas conflictivas al bordearlas por el este.
[3] En 20 km del sector central la cañería está simplemente apoyada en el lecho marino, pero en ambos largos extremos del tendido esta se encuentra enterrada, siendo el tramo que va hacia la isla Grande de 10 km en esta condición y el que la une al sector continental, de 6 km.
[3] En la parte más profunda del canal corre por el lecho marino a 70 metros de la superficie.
[7] Los trabajos en tierra insumieron las labores de 200 operarios argentinos y fueron responsabilidad de la empresa nacional “Contreras Hermanos.”[6] La ejecución del tendido submarino le correspondió al consorcio holandés “Boskalis Offshore bv”-“Boskalis International bv” y “All Seas Pipeline Contractors S. A.”,[8] luego de ganar una licitación internacional.
[3] Sobre la misma superficie del barco se ensamblaron y se aplicó soldadura de doble junta a las cañerías,[3] formando tramos de 70 metros,[6] los que luego fueron sumergidos en las aguas del estrecho, sobre la traza longitudinal previamente dragada (por el barco-draga “Prins der Nederlanden”), para dar mejor estabilidad al ducto.
[3] Al comienzo se había empleado del lado continental un sistema similar (“pull-in”) para unir mediante un “winch” en tierra firme el tendido de Santa Cruz con la cañería que sería desarrollada por el “Solitaire”, mediante el empleo de un cabezal que este liberó.
[3] En la obra Limits of ocean and seas, publicada por la Organización Hidrográfica Internacional en el año 1953, se señala que, para fines de uniformidad cartográfica, la boca oriental del estrecho de Magallanes es la línea que une el cabo Espíritu Santo con el cabo Vírgenes.