Creció pobre y prejuiciado por ser mulato, en tiempos de esclavitud en la isla.
Años más tarde estudió en el taller de Vicente Escobar, donde aprendió dibujo y caligrafía.
Como poeta se le conoce como uno de los representantes del Romanticismo más importantes en Cuba.
Fue amigo del poeta Saturno López Arriaga, quien escribió un ensayo sobre sus obras.
Gabriel Valdés sufrió persecución en la década del 1840, y estuvo preso en al menos una ocasión.