Gabinete (habitación)

Entre otras denominaciones similares, en distintos idiomas, están cabinet, closet, study, office y boudoir (esta, específicamente para una dama).La palabra inglesa cabinetry designa a la propia obra de ebanistería que las contiene (el mueble denominado cabinet o gabinete).[9]​ En la casa de Lope de Vega en Madrid (donde residió entre 1610 y 1635), restaurada y musealizada por la Real Academia Española, la planta baja no pudo ser reproducida en su distribución original, aunque se supone que habría una habitación para recibir a las visitas inesperadas o de menor intimidad, la cocina y pequeñas habitaciones para el servicio, hijos pequeños e invitados."[16]​ La utilización del término "gabinete" viene a España como galicismo, y se atestigua en el Diccionario de Autoridades en 1734.En el siglo XX, y probablemente antes, es ya de uso popular, tanto que se usa en esta canción, retahíla o juego infantil tradicional:En su closet del Colegio de Christ Church (Oxford), Robert Burton escribió The Anatomie of Melancholy (1621).[20]​ Un raro caso de cabinet o closet que ha sobrevivido probablemente intacto con su contenido desde comienzos del siglo XVIII se conserva en Ham House (Richmond, Londres).La mayor parte de las grandes casas o palacios anteriores a 1700 tienen tales habitaciones, pero no suelen ser mostradas en las visitas.Desde finales del siglo XVI se venían usando expresiones como cabinet counsel para referirse a los consejos dados en privado al rey.[21]​ El proceso se ha repetido en épocas posteriores, en que los líderes políticos han sentido la necesidad de reunir un Kitchen Cabinet ("gabinete en la cocina").Como observa Orest Ranum: the king's self-directed gaze was at once religious and narcissistic[24]​ ("la mirada autodirigida del rey era a la vez religiosa y narcisista").Incluso en el más reducido espacio de una casa londinense, Samuel Pepys y su esposa disponían de una bedchamber y un "closet"; con un sitting room o "drawing room" común, pues ese era el mínimo que los usos sociales requerían.Para mejorar el aislamiento térmico, las kemenate podían ser completamente revestidas con tablones de madera, denominándose bohlenstube, que a veces se decoraban con tallas o pinturas.
El cardenal Alberto de Brandeburgo como San Jerónimo en su estudio o gabinete, por Lucas Cranach el Viejo , 1526.