Este tiempo fue registrado desde el tren por Charles Rous-Marten, quien escribió reseñas para The Railway Magazine y para otras revistas narrando los hechos.
Esta afirmación se basó en los tiempos del cronómetro de un trabajador postal, William Kennedy, que también estaba en el tren.
Desde 1922 en adelante, la "City of Truro" ocupó un lugar destacado en el material publicitario del Great Western Railway.
Sin embargo, sus tiempos entre hitos miliarios son consistentes con una velocidad de 100 mph o un poco más.
[8] Este récord se estableció antes de que ningún automóvil o avión alcanzara tal velocidad.
Sin embargo, en mayo de 1904, la "City of Truro" no era el vehículo más rápido del mundo, ya que ya se habían alcanzado las 130 mph (209,2 km/h) el año anterior en un ferrocarril eléctrico experimental ensayado cerca de Berlín.
Esta afirmación tiene pocas evidencias que soporten el registro; y por ejemplo, a diferencia del caso de la City of Truro, no existe constancia de los tiempos que muestren la aceleración hasta alcanzar las 100 mph.
En 1957, la Región Oeste de los British Railways volvió a poner en servicio la "City of Truro".
En 1989, la 3440 "City of Truro" viajó a los Países Bajos durante 6 semanas para representar a Gran Bretaña y al Museo Nacional del Ferrocarril en las celebraciones del 150 aniversario de los Ferrocarriles de los Países Bajos.
Un año después, la 3440 hizo una aparición especial en una exposición llamada "Museo Nacional del Ferrocarril de gira", que visitó Swindon en 1990.
Sin embargo, con frecuencia dejaba su base de Toddington para visitar otros trenes históricos del Reino Unido.
Esta fue la primera vez que llevó la auténtica librea correspondiente a su estado actual.