Göbekli Tepe

[9]​ Previamente, la colina había sido cultivada durante generaciones y los habitantes locales habían retirado las rocas, apilándolas en montones para despejar sus campos; muchas evidencias arqueológicas han podido ser destruidas durante este proceso.

[11]​[12]​ Göbekli Tepe es el lugar de culto religioso más antiguo del mundo descubierto hasta ahora.

[13]​ Hasta que las excavaciones comenzaron no se consideraba posible un complejo de este tamaño para una comunidad tan antigua.

La sólida secuencia estratigráfica sugiere varios milenios de actividad, retrotrayéndose posiblemente hasta el Mesolítico.

El nivel más reciente consiste en sedimentos depositados como resultado de la actividad agrícola.

[15]​ Esto podría representar una temprana forma de entierro a cielo abierto, como todavía hoy lo practican los budistas en Tíbet y los zoroastrianos en India.

Se han descubierto pocas formas humanoides en Göbekli Tepe: entre ellas encontramos un relieve que representa a una mujer desnuda, en postura frontal y agachada, que Schmidt relaciona con las figurillas pertenecientes al Neolítico del norte de África y conocidas como Venus accueillante.

Los relieves de los pilares incluyen zorros, leones, jabalíes, asnos salvajes, garzas, patos, escorpiones, hormigas, arañas, muchas serpientes y unas pocas figuras antropomorfas.

Algunos de estos relieves han sido borrados deliberadamente, puede que como preparación para superponer sobre ellos nuevos diseños.

Hay también esculturas exentas que podrían representar jabalíes o zorros, aunque, como están muy incrustadas de cal, es difícil decirlo.

Aunque las estructuras son, sobre todo, templos, recientemente han sido descubiertos pequeños edificios domésticos.

A pesar de esto, queda claro que el uso primario del yacimiento fue ritual y no doméstico.

Aunque los inicios del yacimiento pertenecen formalmente al Neolítico precerámico A (PPNA), hasta ahora no se han encontrado trazas de plantas o animales domesticados.

Sus habitantes posiblemente eran cazadores-recolectores que, no obstante, vivirían en aldeas por lo menos una parte del año.

[20]​ Schmidt especula con que el lugar jugó un papel clave en la transición a la agricultura, asumiendo que la organización social necesaria para la creación de tales estructuras iría ligada a la explotación organizada de productos vegetales salvajes.

El complejo no fue simplemente abandonado y olvidado para ser gradualmente destruido por los elementos, sino que fue enterrado deliberadamente bajo 300-500 metros cúbicos de tierra.

[24]​ El porqué de este comportamiento no lo conocemos, pero preservó los monumentos para la posteridad.

En otras palabras, como su excavador Klaus Schmidt estima: «Primero llegó el templo, después la ciudad».

Este lugar es único y no solo por sus grandes dimensiones, sino también por la existencia de múltiples capillas columnadas pegadas las unas a las otras.

Encontraría correspondencias con una antigua creencia sumeria según la cual la agricultura, la ganadería y el tejido de fibras fue entregado a la humanidad en la sagrada montaña Du-Ku, donde habitaban las deidades Annuna, dioses muy antiguos sin nombres individuales.

Klaus Schmidt identifica esta historia como un mito primitivo oriental que preservaría una memoria parcial del Neolítico.

[27]​[28]​[29]​ Actualmente Göbekli Tepe suscita más preguntas a los arqueólogos y prehistoriadores que respuestas ofrece.

No podemos «leer» los pictogramas y no sabemos realmente qué significaban los relieves animales para los visitantes del lugar; la variedad de fauna descrita, desde leones y jabalíes hasta pájaros e insectos, hace problemática una única explicación.

Fotografía aérea mostrando las principales áreas de excavación del yacimiento (2019).
Predador de larga cola (¿un cocodrilo?), grabado en altorrelieve en el mismo bloque de roca que lo soporta.
Pilar monolítico con bajorrelieves que representan un toro, un ¿zorro? y un ave acuática.
Panorámica del área excavada en 2010 desde el sur.
Monolito con relieves de posibles aves acuáticas.