Gérson (futbolista)

En 1961 ya era titular en el conjunto rojinegro; nadie dudaba de su calidad pero se le consideraba un jugador conflictivo: le rompió la pierna a Mauro, un juvenil del Fla, durante un entrenamiento y se rebeló contra su técnico porque éste le cambió de posición en un encuentro contra el Botafogo para que intentase frenar a Garrincha.

Muchos esperaban de él, junto a otros grandes ases brasileños, como Pelé, Garrincha y el mismo Didí, pero una lesión, su punto débil en su trayectoria futbolística, hizo que su sueño se retrasase cuatro años más.

Sin embargo, Inglaterra 1966 significó un punto y aparte para una generación que había ganado dos Mundiales de manera consecutiva.

Tras la lesión de Pelé, los brasileños se derritieron bajo los continuos cambios que Vicente Feola imponía.

Él, junto con otras jóvenes promesas, sirvió como nexo de unión entre esa generación con una nueva que estaba formándose.

Una vez aceptado, Saldanha se reunió con varios jugadores, incluido Pelé, que había renunciado a seguir defendiendo los colores brasileños hastiado de todo.

Faltaba tiempo para el próximo Mundial, pero había que ir perfeccionando un sistema adecuado a base de encuentros amistosos.

Corría el verano de 1969 y Brasil se medía a Perú en Maracaná.

Con los visitantes ganando 2-0, Gérson cometió una durísima entrada sobre De la Torre, con resultado salvaje: le había fracturado la pierna.

Ese encuentro dejó abierta una herida entre los jugadores y la prensa brasileña.

Aquí hay mucho periodista interesado en que fracasemos, pero eso nos motiva aún más”.

Daba la curiosidad de que estos lucían el dorsal número 10 en sus respectivos equipos.

Ellos eran las cabezas visibles de un grupo programado para ganar el tercer trofeo mundialista brasileño, algo que nadie había logrado hasta ese momento.

Una de las primera noches, el trío se acercó a Zagallo y le pidieron permiso para reunirse con todos los jugadores, seleccionador incluido.

A ese grupo les entrenaba físicamente el capitán Claudio Coutinho, que había pasado varios meses en las instalaciones de la NASA estudiando sus métodos de entrenamiento.

Esa selección acabaría ganando la Copa Mundial de México 70 con un juego simplemente brillante, moderno y dinámico.

Pasó a jugar al Sao Paulo y al Fluminense, equipo que adoraba desde niño y donde se consagró como el mejor especialista en conseguir goles de falta directa.

Pues bien, él tenía que decir una frase mientras apuraba uno: “Lleve ventaja usted también”.

Hoy día sigue trabajando como comentarista deportivo en la radio, al mismo tiempo que tiene una asociación llamada Projeto Gérson, donde trata de ayudar a los niños más desfavorecidos de su Niteroi natal, a la que nunca quiso abandonar pese a contar con ofertas para jugar en Europa.