Fusta
Una fusta era una embarcación estrecha, ligera y rápida, de poco calado, impulsada por remos y vela, en esencia, una pequeña galera.Normalmente tenían bancos de remo a cada lado, de entre 12 y 18 hombres, un solo mástil con una vela latina (triangular) y normalmente llevaba dos o tres cañones.Fusta fue el nombre genérico que recibían toda clase de embarcaciones en la Edad Media, aunque ya en el siglo XV formaban una familia particular de embarcaciones de remo.A veces también se les llamaba galeota, aunque éstas solían tener dos mástiles.[1] Su velocidad, movilidad, capacidad de moverse sin viento, y su habilidad para operar en aguas poco profundas —crucial para esconderse en las aguas costeras antes de asaltar a los barcos que pasaban— hacían que fueran ideales para la guerra y la piratería.