En 1893 con su hijo Johan Eijsbouts en la empresa, la gama de productos se amplió con campanas de iglesia, ya que éstas inicialmente eran fabricadas por otras empresas, especialmente en Gran Bretaña y Alemania.
La demanda era grande, ya que una gran cantidad de campanas fueron robadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y convertidas en armamento.
En 1962 Tuurs, el hermano Max Eijsbouts, tomó las riendas de la empresa y se siguió enfocando en los mercados extranjeros.
El director técnico Dr. André Lehr fue un gran experto en campanas, pionero en el control electrónico del carillón e hizo una importante contribución al desarrollo de las campanas en modo mayor.
En 1969 Eijsbouts adquirió la firma de Johannes Hermanus Addicks, fundada en 1855 en Ámsterdam.