Sus principales áreas de acción son la protección del medio natural, la promoción de las artes plásticas y la reflexión cultural.
Se trata de la antigua casa del artista lanzaroteño, reconvertida en museo.
En él se exponen dos colecciones: una de arte contemporáneo, que pertenecía al fundador, formada mayoritariamente por obras de artistas de su generación (Fondos), y otra representativa de la obra del artista que da su nombre a la institución (Colección Manrique).
El edificio está construido sobre una colada lávica producto de las erupciones que se produjeron en la isla entre 1730 y 1736.
Su estilo se inspira en la arquitectura tradicional isleña.