Después de la dinastía Sui, estos funcionarios procedían principalmente de los sectores alfabetizados (en chino, 绅士; pinyin, Shenshi) que obtenían títulos universitarios (como xiucai, juren o jinshi) al pasar los exámenes imperiales.
Realizaban tareas de bienestar social, enseñaban en escuelas privadas, ayudaban a negociar pequeñas disputas, supervisaban proyectos comunitarios, mantenían el orden público local, llevaban a cabo ceremonias confucianas, ayudaban a recaudar los impuestos del gobierno y predicaban las enseñanzas morales confucianas.
En teoría, este sistema se traducía en una clase dominante muy meritocrática donde los mejores estudiantes manejaban la administración del país.
Una vez que sus futuros políticos se determinan al pasar los exámenes, los funcionarios de alto rango a menudo se veían tentados por la corrupción y el abuso de poder.
Por otro lado, el estatus relativamente bajo de los profesionales militares en la sociedad confuciana desalentaba la eficacia y una meritocracia similar en el ejército.