Su principal promotor fue el arquitecto Juan O'Gorman, quien junto con Juan Legarreta y Álvaro Aburto definen sus principios: una arquitectura de acuerdo a las necesidades y los materiales del país, todo para volver la vida más cómoda, practica y funcional.
El proceso creativo dependía de la función, «la función determina la forma», se imitó la política aplicada en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, "atender lo primordial y no lo superfluo".
Meyer dictó un par de conferencias en San Carlos y a partir de ahí entró en contacto con un grupo de arquitectos y artistas simpatizantes del funcionalismo entre ellos Raul Cacho, Enrique Yáñez, Carlos Leduc y Jose Luis Cuevas Pietrasanta.
[2] El presidente Lázaro Cárdenas invitó oficialmente a Hannes Meyer para crear y dirigir el Instituto de Urbanismo y Planificación del Instituto Politécnico Nacional, a partir de 1939 vivió cerca de diez años en México.
Sus discípulos Klaus Grabe y Michael Van Buren decidieron vivir en México y crearon una pequeña empresa de muebles con el nombre Grabe & Van Buren.