Funcionalismo (filosofía)

¿Pueden estos integrarse en una concepción materialista o pueden explicarse únicamente por medio de un espíritu inmaterial?

La tesis del funcionalismo es que también los estados mentales pueden describirse de esa manera.

Quien se encuentra en un estado mental concreto (por ejemplo, tiene dolor de cabeza o piensa que hoy es lunes), ante un determinado input reaccionará de determinada manera y pasará a otro estado mental (funcional).

Por tanto, la realización múltiple no le plantea ningún problema a este funcionalismo.

Tampoco excluye éste que sistemas sin cerebro biológico puedan tener estados mentales.

Estas ventajas hicieron del funcionalismo la filosofía al uso en la inteligencia artificial y la ciencia cognitiva.

Entretanto, debido a los problemas del funcionalismo, este estatus ha sido de nuevo cuestionado.

Block se sirve del hecho de que los estados funcionales pueden realizarse en sistemas diversos.

Cada chino recibe un aparato de radio que, conectado a unos satélites, le permite comunicarse rápidamente con los demás.

En tal caso, podríamos decir que la nación entera tenía dolor, según la definición funcional.

Sin embargo, dice Block, es completamente absurdo suponer que dicho sistema tenga estados mentales.

Es, sin duda, verosímil describir los dolores funcionalmente: Quien tiene dolores tenderá a mostrar, por lo general, una conducta determinada –por ejemplo, descansar en la cama, pero no bailar– y tendrá también otros determinados estados mentales –por ejemplo, aflicción, pero no euforia–.

El reproche al funcionalismo consiste, por tanto, en que este no puede explicar los qualia o contenidos vivenciales.

Por consiguiente, no queda nada claro que una determinada arquitectura funcional sea suficiente para las vivencias.

Esto significa que la estructura funcional interna de estas ideas puede ser la misma.

John Searle es uno de los más influyentes críticos del funcionalismo (Berkeley, 2002).