Sirvió primero al cardenal Ranuccio, y a la muerte de éste a su hermano el cardenal Alejandro, que también le confió los fondos artísticos de la familia.
En 1563 obtiene una canonjía en San Juan de Letrán, en 1577 se le ofreció una cátedra en la Universidad Jagellónica de Cracovia y en 1581 el papa Gregorio XIII le nombró corretore greco; pero continuó viviendo en el Palacio Farnesio hasta su muerte.
Se aplicó enérgicamente al estudio de las lenguas clásicas (latín y griego).
Publicó una nueva edición del Arnobius y de la Septuaginta, y escribió obras sobre la historia de Roma,[2] la numismática (Familiae Romanae quae reperiuntur in antiquis numismatibus,[3] 1577 -su aureum opus, según Joseph Justus Scaliger-, en colaboración con el humanista español Antonio Agustín), la epigrafía y la iconografía (Imagina virorum illustrium, 1570),[4] entre muchos otros asuntos.
Su relación con el cardenal Granvela le permitió publicar varias obras en Amberes, con el impresor Cristóbal Plantino.