Actualmente, el presupuesto para gastos militares ronda los 30.000 millones de dólares, lo que corresponde al 1.27 % del PIB.
La participación italiana en la II Guerra Mundial está a menudo relacionada con la derrota y la inferioridad técnica.
Poco después los aliados desembarcaron en Sicilia y contribuyeron a la caída del régimen fascista, que no sería totalmente efectiva hasta 1945 cuando Mussolini fue colgado junto a su amante cerca de la frontera con Alemania.
Debido a las compensaciones de guerra exigidas por las naciones vencedoras y aceptadas por el nuevo gobierno italiano, la armada italiana se vio obligada a ceder permanentemente gran parte de sus buques, entre ellos tres acorazados, cinco cruceros, siete destructores y ocho submarinos.
Esta situación hizo que la Marina Militare tuviera graves carencias de material bélico en comparación con las naciones vecinas.
Estas funciones fueron posibles gracias a acuerdos militares entre Italia y EE. UU.
La Fuerza Aérea está compuesta por unos 50 000 efectivos que trabajan en el ámbito del pilotaje, el apoyo en tierra o las labores de inteligencia.
Se puso en marcha un programa de producción pero las financiaciones fueron insuficientes (4 145 000 liras en 1914-1915) e Italia entró en guerra en 1915 con 86 aviones.
Al final de la guerra Italia tenía 1683 aviones, que estuvieron, la mayoría, sin ser utilizados y depositados en aeródromos.
[14] La fuerza aérea italiana participó activamente en la guerra civil española y a causa de la escasa oposición toma conclusiones erróneas.
Por ejemplo, el cazador biplano Fiat CR 42 estaba completamente desfasado al principio del conflicto, pero los italianos creían que era tecnología punta.
Cuando entró en la Segunda Guerra Mundial en 1940, Italia tenía la fuerza aérea más pequeña entre las tres principales potencias del Eje.
Unos 12.000 aviones fueron producidos por la industria bélica italiana entre 1940 y 1943, pero solo 800 estaban operativos en septiembre de 1943.
Tanto como militares como policías, los carabinieri han luchado en todos los conflictos en los que ha participado Italia, sufriendo grandes pérdidas y adjudicándose muchas condecoraciones por valentía.
Tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial, los cuerpos del ejército italiano han realizado varias misiones siempre bajo el control de la ONU u otros órganos supranacionales.
La mayoría de estas misiones fueron y son del tipo PSO (peace support operations).
Las Fuerzas Armadas Italianas participan actualmente en 25 misiones que se desarrollan en 18 países de tres continentes.