Esta instalación se encuentra en la Punta de San García, al sur de la ciudad, y actualmente está integrado dentro del Parque del Centenario como yacimiento arqueológico.
[1] Se encontraba defendido por tierra por dos baluartes con un camino de ronda interior para los centinelas; los costados estaban protegidos por una gruesa muralla en el lado sur, el más accesible mientras que por el norte limitaba con el acantilado, en ambos lados sendos baluartes (semibaluartes) defendían la posición.
[3] Las baterías se encontraban en el borde del acantilado y tras ellas un espaldón con la función de evitar que las balas de artillería enemigas llegasen a los cuarteles.
Se encontraban artilladas con hasta cinco cañones de a 24, uno de a 18 capaces de abrir fuego hacia el sudeste, este y nordeste y dos morteros cuya función era evitar el desembarco en la costa bajo el fuerte donde los cañones no podían abrir fuego.
El fuerte poseía completas instalaciones para la tropa establecida que en 1810 era de veinte hombres, oficial, cabo y Sargento además de los correspondientes artilleros.