La fruta cristalizada es un postre típico de México.
A diferencia de la fruta confitada que se realiza en otras partes del mundo, la fruta cristalizada de México implica la cocción con cal viva de las frutas, de manera similar a la que se prepara el nixtamal de maíz.
Las frutas destinadas para su cristalización son sumergidas por un día en una solución de cal y agua (curado).
Posteriormente se sumergen en almíbar de azúcar o piloncillo para que se endulcen y puedan conservarse en buen estado.
Al terminar el procedimiento de cristalización, la superficie de las frutas se seca y endurece.