Franz Xaver se convirtió en músico profesional y disfrutó de un éxito moderado tanto como profesor como en sus actuaciones.
Estos conciertos le permitieron conocer y relacionarse con la gente más importante de la zona.
Tras dos años en Burshtyn, se trasladó a Leópolis, donde fue profesor y dio también conciertos.
Entre 1826 y 1829, fue director del coro de Santa Cecillia, que estaba constituido por 400 cantantes no profesionales.
En 1821, cuando tenía 30 años, su tía paterna Maria Anna Mozart (Nannerl) lo visitó cuando ella tenía 70 años y se alegró al notar que él estaba feliz tocando el piano como su padre.