Nació entre una familia formada por músicos que lo influencian, el joven Lachner llega a Múnich en 1822, haciéndose discípulo de Kaspar Ett.Lachner, junto al intendente Küstner, sanea la Ópera Real, ampliando la plantilla de cantantes y mejorando su profesionalidad en todos los sentidos.En 1841 se estrena su propia ópera "Catharina Cornaro", que llega a considerarse obra característica de Múnich; hasta 1860 sería representada 50 veces.En 1858 se le pide la puesta en escena del "Lohengrin" aun a sabiendas de que Lachner no es defensor de la música de Richard Wagner quien algunos años más tarde llegará a Múnich a petición del joven Luis II.La llegada de Wagner a Múnich en 1864 supone un cambio en la vida musical de la ciudad – Lachner, quien había preparado la orquesta durante casi 30 años, ahora tiene que ceder sus músicos a Wagner y von Bülow para los estrenos y puestas en escena de las obras "wagnerianas".