Francisco de Moure

Muy joven se trasladó a Orense, donde descubriría por medio de su abuelo materno, cantero de profesión, su vocación artística.

Viajó a Castilla, donde conoció los trabajos de artistas que dejaron una honda huella en él, como Berruguete y Juan de Juni.

Sus comienzos fueron como aprendiz de Alonso Martínez, en Orense.

En 1598 comenzó a trabajar como escultor independiente, realizando la escultura de San Roque de la catedral de Orense y, al año siguiente, una Inmaculada que posiblemente se corresponde con una Virgen conservada en el Museo Catedralicio de la diócesis.

Tras finalizar el coro lucense, fue contratado en Monforte de Lemos para la realización del retablo de la capilla mayor del colegio de los jesuitas, el Colegio de Nuestra Señora de La Antigua, obra de espectacular envergadura, en tamaño y calidad artística, que no podría rematar, pues en Monforte le sorprendería la muerte en 1636, siendo su hijo Francisco quien finalmente remataría la monumental obra.

Retablo del Colegio de Nuestra Señora de La Antigua , por Francisco de Moure