Francisco de Frías y Jacott

Dirigió el periódico El Siglo,[2]​ que tuvo una gran importancia en la ciencia y la política cubana.

Vivió en Cuba hasta 1842, año en el que decide regresar a Europa.

Así, se estableció en París y obtuvo la ciudadanía francesa.

[4]​ Durante dos etapas de su formación académica, estudió en esa ciudad enseñado por científicos muy importantes.

[10]​ En 1848 se organizó un certamen propuesto por el propio Frías en el Liceo Artístico y Literario de La Habana.

En este certamen Frías mostró su obra Memoria sobre la industria pecuaria en la Isla de Cuba, que al año siguiente obtendría un premio en los Juegos Florales.

Además del Instituto Agrónomo Cubano, Frías impulsó la creación de estudios de ingeniería agronómica en Francia –donde se había formado- para tener a gente muy calificada en esa carrera.

[8]​ Francisco Frías fue considerado el ideólogo del reformismo/anexionismo criollo y, cuando los reformistas peninsulares adquirieron el periódico Diario de la Marina, lo encabezaron con una de sus frases: «todo por la evolución, nada por la revolución».

Fue el propio Frías quien, en secreto, llevaba la correspondencia de la Junta, dando instrucciones a sus adeptos.

Entre esos años (1866) lo hicieron comisionado a la Junta de Información en Madrid.

[12]​ Más tarde, el presidente del Perú le propuso dirigir la Escuela de Agricultura de Lima, pero entonces su salud era ya muy delicada por lo que no pudo ejecutar ese trabajo.