[1] En 1864 presentó en Madrid a la exposición nacional dos marinas y una Vista de Gelida, por las que recibió mención honorífica y, escribiendo en 1869, Manuel Ossorio y Bernard se hacía eco de los comentarios elogiosos que pocos meses atrás habían dirigido los periódicos de Barcelona a cuatro de sus bocetos, «representando diferentes escenas del embarco de los voluntarios catalanes destinados a Cuba».
[2] En La Ilustración Española y Americana, en diciembre de 1877, Güell i Mercader escribió de él que era artista muy estudioso y trabajador, y añadía que en su estudio «admirable por más de un concepto, tiene siempre comenzados tres o cuatro cuadros, de género distinto, en los cuales trabaja a la vez».
En la de ese año presentó un paisaje con el título Natura del que el crítico de La Iberia decía que era «hermoso de conjunto, bien dibujadas las cabras del primer término, pero agrio en los verdes y descuidado en las montañas del fondo».
[6] Ese mismo año presentó en la antológica Exposición de retratos y dibujos antiguos y modernos celebrada en el Palau de Belles Arts de Barcelona su Autorretrato, en el que se mostraba con la mirada dirigida al espectador, ante el caballete y con un pincel en la mano.
[7][8] Paisajes de Torrescassana se conservan, entre otros, en el Museu Nacional d'Art de Catalunya,[9] la Biblioteca Museo Víctor Balaguer,[10] o el Museu d'Art de Gerona,[1] y la colección del Banco Sabadell, con un cuadro dedicado a la vendimia en el que el tradicional realismo que caracterizó a buena parte de su pintura, estrechamente vinculado a las enseñanzas recibidas de Martí Alsinaa, se abre a nuevos estudios de la luz.