Siguió la carrera militar a ejemplo de su padre y estudió además matemáticas, frecuentando desde temprano la Corte.Poco después, en 1629, combatió victoriosamente a los corsarios berberiscos en una batalla naval en el Mediterráneo y fue armado caballero.Capital del imperio más grande que se había visto hasta entonces, la ciudad asumía haberse vuelto centro político y cultural de la Península y las colonias hispanoportuguesas.[1] En 1641, libre, le encargaron misiones diplomáticas en París, Londres, Roma y La Haya.Un año antes de fallecer publicó Obras métricas, pero su poesía y su obra en español solo ha sido estudiada recientemente:[3] en Portugal sólo se tienen en cuenta sus obras en portugués, mientras en España únicamente se le recuerda por su Guerra de Cataluña, cuando escribió en español muchas más obras de interés e importancia.Satiriza la hidalguía provinciana y la crítica ha señalado sus puntos en común con Le Bourgeois Gentilhomme de Molière.Posee sin embargo gran interés literario, lingüístico, psicológico e histórico y no se asemeja a ninguna otra obra anterior dedicada al mismo asunto, ni siquiera entre los portugueses.El autor se sirve hacer una crítica de costumbres no demasiado corrosiva, sino diplomática, aunque recurre a la sátira.