Presentó, en 1878, una tesis doctoral titulada: "¿La locura del reo suspende, o no, el curso de la prescripción criminal?".
La prensa nacional e internacional comunicó su deceso con sendas notas necrológicas.
En el Distrito de San Isidro en Lima una calle lleva su nombre.
Después de recibirse como Abogado, y ejercer su profesión en la defensa de los pobres hasta 1881 en Lima, se trasladó a Piura, donde se dedicó a la carrera judicial.
Se inició en la carrera judicial en 1882, como Conjuez de Primera Instancia.
Presidió la Corte Suprema en el período turbulento en que se encomendó a este tribunal de justicia los asuntos electorales, y hoy es opinión casi general, que esa ley se salvó por la dirección y ejemplo del Dr.
[8] Se desempeñó con tal justicia y ecuanimidad que, se dijo, que de no mediar la política hubiera sido titular vitalicio de esa cartera.
Su cercanía al Presidente Manuel Candamo fue tal que llegó a acompañar Presidente, junto con la familia de este al viaje a Arequipa en que don Manuel Candamo murió, víctima de los males que lo llevaron allá buscando curación.
Como tal fue comisionado para recolectar las erogaciones realizadas en Piura como contribución para erigir el monumento al héroe Miguel Grau Seminario en Lima.
Orden que llevó a cabo una ardua labor de rehabilitación del ya agonizante nosocomio.