Francisco Gil de Negrete

Fue militar y llegó a ser maestre de campo.[1]​ Cuando el nuevo gobernador llegó a Santiago del Estero, el 10 de agosto de 1648, el pueblo salió a recibirlo.El funcionario entrante y su séquito tuvieron el gesto de humildad de arrodillarse ante el sacerdote y besarle la mano, ejemplo que fue imitado por los aborígenes.Gracias a ese noble gesto, se aseguró el respeto hacia el sacerdote y el mantenimiento de la paz.Durante su gestión comenzó la decadencia de la producción de plata en las minas de Potosí, lo que afectó seriamente a los centros comerciales de la gobernación, ya que se enviaban a esa localidad productos elaborados en la región.