[3] En 1880 acompañó a Roma al padre John Norris, prefecto del Oratorio de Birmingham, donde se entrevistaron con el papa León XIII.
[2] A su regreso, ambos acompañaron al recién nombrado cardenal Newman durante su estancia en la residencia londinense del duque de Norfolk, el más ilustre católico del país, donde la alta sociedad británica rindió homenaje al purpurado.
En consecuencia Mabel y sus hijos se mudaron cerca del Oratorio, a Oliver Road, y allí permaneció el joven escolarizado hasta septiembre de 1903, cuando consiguió una beca para volver a la King Edward's School.
Con toda probabilidad el joven Tolkien tuvo acceso gracias a la biblioteca del padre Francis a las obras de Fernán Caballero, pseudónimo que utilizaba la escritora Cecilia Böhl de Faber, tía abuela del sacerdote.
[6][4] Poco después, el padre Francis permitió que Roland y Hilary vivieran con una cuñada de su difunta madre, Beatrice Suffield.
Suffield, viuda y sumida en una profunda depresión, no era el ambiente más adecuado para los hermanos Tolkien.
Buscó para ellos algo más parecido a un hogar y por eso decidió alojarlos en la pensión de la señora Faulkner, justo al lado del Oratorio.