Veinte años más tarde, Line se alinea al lado del matemático holandés Christian Huygens contra su colega jesuita Grégoire de Saint-Vincent que pretendía probar la posibilidad de la cuadratura del círculo.
[2] Line es conocido por haber inventado un reloj magnético[3] y varios cuadrantes solares.
Volvió a Lieja en 1672 y se embarca en una nueva disputa científica.
El siempre Mantuvo correspondencia con otros grandes sabios de la época.
Sin embargo, su adhesión inquebrantable a las teorías de Aristóteles, le impidió comprender la ciencia nueva y lo que pudo aportarle en los ámbitos científicos que le interesaban.