En 2002 recibió el premio Sigmund Freud por su contribución a la psicoterapia.
[1] En 1974, mientras trabajaba a tiempo completo como profesora de inglés, se inscribió en un programa de doctorado en literatura inglesa en la Universidad de Nueva York, y en ese periodo también cultivó la crítica literaria, escribiendo diversas reseñas para revistas y enciclopedias.
En 1979 se le diagnosticó cáncer y sus experiencias posteriores a la recuperación y la lectura de las obras de Norman Cousins (1915-1990) y otros autores cambiaron su interés de la literatura a los efectos depresores del estrés sobre el sistema inmunológico, reparando en que, si bien muchas teorías se han propuesto para explicar estos efectos, muy pocas terapias se han diseñado para ayudar a las personas con este trastorno o prevenir sus resultados.
Por ello decidió indagar sobre los procedimientos de vanguardia existentes y difundirlos al público en general.
En los años siguientes participó en numerosos talleres y programas de enseñanza y autoayuda para reducir el estrés y se matriculó en la Escuela Profesional de Estudios Psicológicos de San Diego, en ese momento no acreditada, pero aprobada por el estado de California para obtener la licencia para ejercer la psicología, a fin de conocer lo que al respecto se estaba enseñando en este campo.