Francesco abrazó en su juventud la regla de San Ignacio y profesó durante mucho tiempo la filosofía y retórica.
Obtuvo el cargo de enseñar matemáticas en Florencia, Perugia y en un Colegio Romano.
En 1622, predicó en el "Jour de Pàques" (Huevo de Pascua), en presencia de Alejandro VII, mereciendo los elogios del sumo pontífice y fue imprimido por orden del maestro del sacro-palacio.
; De sacris aedificiis a Constantino Magno constructis, Romae.
Bernabò & J. Lazzarini, 1744; "Veteris Latii antiqua vestigia,....", Romae: J.G.