Frances Stewart

Frances tuvo numerosos pretendientes, entre ellos el duque de Buckingham y Francis Digby, hijo del conde de Bristol, cuyo amor no correspondido fue celebrado por el poeta John Dryden.

Pese a su belleza, Frances también era considerada una mujer con un comportamiento frívolo e infantil, llegando a afirmar el conde de Gramont que "sería difícil imaginar menos cerebro combinado con más belleza", si bien en sus cartas dirigidas a su esposo, conservadas en el Museo Británico, pueden apreciarse también sentimientos de carácter profundo desprovistos de toda frivolidad.

El interés amoroso del monarca era tal que en 1667 llegó a plantearse la posibilidad de divorciarse de su esposa Catalina para poder casarse con Frances, quien se había negado a convertirse en su amante.

Pese a resultar físicamente desfigurada en 1669 a consecuencia de la viruela, Frances logró mantener el interés del rey en ella, consiguiendo su esposo, entre otros cargos, el puesto de embajador en Dinamarca, donde murió en 1672.

Tras la guerra entre Inglaterra y Holanda, el rostro de Frances fue empleado como modelo de Britannia en una medalla conmemorativa, la cual a su vez sirvió posteriormente como modelo para monedas y estatuas.

Frances representada como Britannia en el reverso de un penique de 1936.