Françafrique, castellanizado como Franzáfrica o Francáfrica, es una combinación de las palabras France (Francia) y Afrique (África) usada para denotar la relación de Francia con sus antiguas colonias africanas,[1] a veces extendida a las antiguas colonias belgas.
Sin embargo, en la actualidad el término es utilizado en algunas ocasiones para criticar la presunta relación neocolonial entre Francia y sus antiguas colonias africanas.
Cuando el presidente francés Charles de Gaulle volvió al poder en 1958, los movimientos anti-colonización y otras fuerzas internacionales presionaron a Francia para que diera independencia a las colonias francesas en África (excepto Argelia, cuyo estatus estaba separado).
[11] Cuando Chirac ganó la presidencia en 1995, Foccart fue llevado nuevamente al Palacio del Elíseo como consejero.
Inicialmente, la política de "Françafrique" fue motivada por tres preocupaciones estratégicas: Françafrique incluye todo el África francoparlante, es decir, las antiguas colonias francesas y belgas de África: Togo, República Democrática del Congo, Ruanda, Senegal, Costa de Marfil, Camerún, Burundi, Chad, Comoras, Gabón,República del Congo, Burkina Faso, Madagascar, Benín, Túnez, Marruecos, Guinea, Níger, Yibuti, Malí, República Centroafricana, Mauritania y Argelia.
También incluye a otros países como Guinea Ecuatorial, donde los franceses ganaron influencia después de la independencia.
Los países involucrados proveen petróleo y minerales importantes para la economía francesa.
[14] Al respecto, el ex ministro de Asuntos Exteriores de Francia Jacques Godfrain dijo una vez: "Un pequeño país [Francia], con una pequeña cantidad de fuerza, podemos mover un planeta debido a [nuestras]... relaciones con 15 o 20 países africanos..."[3] Cuando las antiguas colonias francesas en África obtuvieron su independencia, Francia creó una moneda: el franco CFA, cuyo control fue encomendado a los bancos centrales de los nuevos países.
Según un pacto firmado con la independencia, cada país usuario del franco CFA debía mantener 85% de sus reservas de moneda extranjera en el tesoro francés, pudiendo acceder al 15% restante.